Ella le dice que le crea y él le responde en su mente -ya le estoy creyendo- porque todo puede ser mejor y no es precisamente la propaganda de Bancolombia. No es el club de los bulliciosos ni Xuxa le está haciendo barras. El modelito bello te dice que no te lee porque no te entiende, ni me entiende a mí, ni a él, ni a él, ni a Él. Ayer no te dejo ver su rostro porque le eres un desconocido como lo eres para todos los que te conocen y no saben que te debates entre cocinar un platano blanco y una arepa morena.

-No seas vulgar- le dice mamá ratona a principito pero él toma su sombrero muy cuajo y muy majo.

El tercero se recuesta sobre su hombro con aire de loca pero él sólo necesita un condón que no hable y na´a más. Le hace falta Lalita, pero tiene miedo, miedo de su cuerpo y sus emociones... Recibe una llamada y es su amigo escoces a quien le han roto el corazón. ¿Qué hacer? ¿Cómo decirle? Sólo queda mudo escuchándolo mientras al frente muestran a una perra copulando con un mono y a él le gusta el mono pero no le ve comer su banana a la perra.

Se acuesta, se levanta, sale lo amarillo de su cuerpo y no precisamente la aguita amarilla de los toreros muertos que ya están muertos. Se levanta, pasan una podadora por su cabeza y nuevamente se encuentra a Lalita mientras el Príncipe Encantador aprovecha la oportunidad para evitar gastar un minuto en la persona a la que llamaba 4 veces al día. Su falo se apago por ti, esa es la realidad.

Hoy tu niño estará modelando para la muerte pero de ti depende su libertad. Muestrale la faena que te ha anunciado cuando descubra que su pipi sólo le debía servir para orinar.