Sólo sé que ya no quiero más líneas tristes en mi vida. Ya estuvo bien de buscar al hombre perfecto que nunca llego o de creer que podía ser feliz en el mundo gay. Quiero ser lo que siempre debí haber sido, un hombre amante de Dios y su familia, viviendo una vida plena al lado de una mujer con quien se ame y unos hijos que lo respeten y por quienes luchar.

Tal vez siga poniendo imagenes de niños lindos por el momento pero ellas irán cediendo según mi vida se componga y todo vuelva a su normalidad. Sólo deseo que llegue el día en que Juan Esteban Rodrigues Muriyo no sea ya un sueño sino un bebe hecho realidad.