::LA MÚSICA DE RAPSODA:: ESCUCHA MI MÚSICA MÁS MÚSICA 1996 2003 2040 Tributetomosaix
::GLORIA ESTEFAN... MI MÚSICA:: Sin lugar a dudas Gloria Estefan es la mejor cantante femenina que haya existido en la historia no sólo por su enorme carisma sino por su versatilidad musical. Capaz de unir dos culturas tan diferentes como la americana y la latina. La reina del pop y de cuanto ritmo ha interpretado. Sin lugar a dudas:Gloria rules!!!!!!
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Reseña musical de Gloria Estefan (version 2009) solo canciones movidas
Baladas que inmortalizaron a Gloria Estefan (2009) en español
Rapsoda Gloria Live forever set mix
Turn the beat around (SoulSeekerz-Turn Me Upside Down Sir Nigel's Vocal Bootleg Mix)
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miércoles, noviembre 23, 2005 NO ME ESPERARON PARA MORIR A las 12 de la noche, en un callejón del barrio Altamira, en los cerros surorientales de Bogotá, cinco jóvenes celebraron un ritual de sangre, con Satán de testigo, para mantenerse unidos hasta la muerte.
Cuatro de ellos se suicidaron poco después. La quinta, una joven de 15 años, todavía no sabe que va a pasar con su vida. Para consumar el pacto, los muchachos se vistieron de negro, se pincharon un dedo de la mano izquierda y vertieron una gota de sangre en una copa de brandy. Cada uno probó el liquido y pidió en voz alta: "Que Satán cuide nuestros lazos de amistad para que nadie nos separe".
Matilde es la sobreviviente del grupo. Es trigueña, de pelo ensortijado, rostro redondo y ojos inquietos. Mira desconfiada desde un deteriorado sillón, en la casa de su madre, una tolimense que fabrica virgenes de yeso y las vende en las iglesias.
Llueve a cántaros en los cerros de Bogotá. El agua se filtra por las grietas de la plancha de cemento. Matilde, con un bicicletero de jean y una camisa negra, se acerca a la ventana. En frente está el parque de Altamira, son su tobogán azul fiesta y sus columpios multicolores. Allí sobre la grama, cayeron tres de los muchachos después de tomar una dosis de cianuro. Los vecinos de Altamira califican de "metaleros", vagos y locos a los suicidas. Se habían retirado de estudiar, usaban el pelo largo, vestían jean, tenis y camisetas con calaveras en el pecho. Ninguno tenía más de 20 años. Nadie dice haberlos visto metiendo" droga. Los policias de la subesteación ubicada frente al parque nunca les cogieron armas ni droga en las requisas. "Eran muy educados y jamás se rebotaban" dice uno de los agentes. Los vecinos veían a los "metaleros" contorsionándose, como poseídos por el demonio, y agitandi la cabeza al ritmo de la música que brotaba de la grabadora negra de César Mauricio Buitrago, uno de los muertos. "El dinero, dice Matilde- no nos importaba. No importaban nuestro sueños, pero sabíamos que no los íbamos a poder cumplir. Cuando estaba chiquita vi bailar ballet en televisión, bregué y bregué hasta que ya bailaba de puntas y daba vuelticas juanto a la cama. Mi mamá me aplaudía. Pero ¡qué!... eran sólo sueños".
César Mauricio quería ser vocalista de un grupo de heavy metal; Liliana Buitrago, hermana de Mauricio, deseaba ser baterista; Ariel Mateus quería montar una academia de rap; y Luz Helena Cifuentes Gutierrez sólo añoraba encontrar "alguien que la valorara". Según Matilde, la idea del suicidio comenzó a rondar la mente de César Mauricio unos días después que la hermana del muchacho, Liliana, se quitó la vida con varias pastillas de Salbutamol, de las que su padre usaba para contrarrestar la neumonía. "Ella se suicidó porque peléo con su novio, Ariel, el otro muchacho que también se mató después", afirma la madre de Liliana. "Una noche -dice Matilde-, César Muaricio nos preguntó que si queríamos estar con "Lalita" (Liliana). Le dijimos que sí. Él respondió: listo ya es un hecho". "Un día-agrega- llegó a la esquina y nos dijo: ´Locos ya encontré la forma de morirnos sin dolor: ¡cianuro!" Y les repitió la explicación que le había dado un amigo suyo, estudiante de bachillerato. Dijo que él iba a ser el primero. Establecía fechas pero las retrasaba, hasta el 2 de enero, cuando lo hallaron agonizatnte. Ariel y Luz Helena se suicidaron 29 días después. Ese día Luz Helena andaba vestida de negro.
"Como a las 8:30 pm estaba sentada en el parque, cerca de Ariel y de pronto cayó al suelo. Cuando la estábamos levantando cayó Ariel" cuenta una vecina que fue a buscarla porque estaba preocupada por su actitud. El demonio se había convertido en una obsesión para estos muchachos. Estaba presente en los medallones, aretes y cadenas que compraban a los hippies de la avenida 19, en las calaveras que dibujaron en el pavimento de su barrio, en los libros demoníacos que compraban en el centro, en las invocaciones de "Aaaay Satán divino... ayúdame!" y en algunas letras de la música "metálica" que escuchaban hasta la madrugada. Una noche agarraron una gallina que se escapó de un solar vecino, le cortaron la cabeza con una navaja y se bebieron su sangre. "Eso fue los más loco que hicimos, pero nunca le vendimos el alma al diablo. Quizá Satán nos puso la tenntación y él fue más fuerte que nosotros" dice Matilde. Pero más allá de lo diabólico, a estos jóvenes los unía una profunda amistad, además de un rechazo hacia "la iglesia que se llena de plata a costillas de Cristo" y a lo que consideran "la sucia sociedad que nos cerró las puertas".
Otra demostración de su adoración por el "patas" la hicieron durante el sepelio de César Mauricio. "Pasaban la mano por el ataúd -recuerda el sacerdote del barrio- lo abrazaban y hacían la seña del cachón, con el puño cerrado y los dedos índice y meñique estirados". Esa misma noche, Matilde, Ariel Mateus y Luz Helena Cifuentes juraron frente a una botella de vino, que se mataban el 2 de febrero. "Pero ellos no me esperaron", dice la quinciañera. Cada semana Matilde visita el cementerio del Sur, donde está enterrado César Mauricio, su novio. Le lleva música metalica en una "grabacha" (grabadora) pequeña, prende un Marlboro y le habla mientras el cigarrillo se consume junto a la bóveda. A veces le canta la canción que Cesar Mauricio le dedicó unos días antes de morir: "Se me apagó la luz, /ya no siento nada,/ pero presiento que a chorros escapa/ la magia de mi alma rasgada..." De él guarda una herencia: una carta y dos credenciales de amor, un casete de "metalica", un búho negro de ojos rojos, una camiseta oscura con los´símbolos de Guns and Roses y la principal razón para seguir viviendo: un hijo que vendrá al mundo dentro de seis meses. Por él desistió las tres veces que pensó en matarse.
FEBRERO, 1996.
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