Niche ya no me cantes más listo porque la eterna primavera se torno maldita. Te ame, Conde de Xalamina, pero sólo fuiste un maldito espejismo, una imagen difusa dentro de esta vil parodia llamada homosexualismo. Nunca fuiste real, sólo fuiste una mentira. Un te amo que lo cerro un no sé como todos los que te precedieron. Estaba a tu lado y me fastidiabas pero recorrìa tu cuerpo con desespero como buscando hallar una huella que me dijera que eras real pero no la encontre. El silencio me dijo que eras inerte, que tu cuerpo se elevaba para perderse en el aire, que te habías casado con la vanidad y había caído en tu telaraña.

Me viste y no me abrazaste. Trataste de llorar pero tus lagrimas ya se habían secado. Anhelas ser de extranjeros y con plata te compraran pero la cuerda que hoy tendi sobre tu espíritu no te dejará ir a donde ellos te pretendan llevar. Porque te ame te ligue con Él y nunca te le soltarás así tu Medellín me hayas quemado con tu sol de tierra barata y te hayas burlado con los astros de mi desgracia, así yo me haya cogido mi pito inservible y haya lamido la vergüenza de tu falo. Te debería odiar pero no te daré ese lujo. Odiarte sería mucho para ti, prefiero amarte llevándote la contraria, tomando a través de la distancia de mis rodillas tu mano y metiendola en su hueco clavado con lanza.

Algún día Él me permitirá volver a verte y todo será distinto porque hoy estas letras hacen más que llenar una pagina cochina y puerca. Hoy quedan como testigas de un destino que tomaste al darme el primer beso de mariposa. Te soltaré las cadenas y no te darás cuenta porque Él te enseñará que la vida es más que un espejo mágico y unos polvos sobre la cara. Con lágrimas reconocerás como desperdiociaste tu vida, pero para ti Condecito no será tarde porque él te dará un trono y no uno de estiercol como has buscado.

Por compasión me diste tu sombra pero por amor Él te dará su redención. Hoy sin pensarlo permitiste que la sangre salpicará tu cuerpo. Pequeño se cayo tu prepucio y desde hoy los papeles de tu libertad se gestionan.

Adios Conde de Xalamina, tu historia se acaba en la mía, te amo pero al cabo sólo fuiste una diva más que paso por mi vida.