PENETRAICIÓN DE LA INVAGINACIÓN
::MI HISTORIA::


domingo, julio 30, 2006



Es imperativo que el niño aprenda a respetar a sus padres, no para satisfacer su ego, sino porque su relación con ellos sirve de base en su trato con el resto de la gente en el futuro.



Su modo de ver la autoridad de sus padres en los primeros años se convierte en la piedra angular para su actitud futura ante la autoridad escolar, los funcionarios de la ley, los jefes y otras personas con quienes en algún momento, va a convivir y trabajar.



La relación entre padres e hijos es la primera y la más importante relación social que el pequeño tendrá, y las fallas y obstáculos que allí se experimenten se podrán ver con frecuencia en etapas posteriores de la vida.



El respeto a los padres debe mantenerse por otra razón igualmente importante. Si usted quiere que su hijo acepte sus valores cuando llegue a la adolescencia, entonces usted debe hacerse digno de su respeto durante los primeros años del niño. Cuando un hijo logra exitosamente desafiar a sus padres durante sus primeros quince años, riéndose de ellos en su cara y burlándose con terquedad de su autoridad, va formándose un desprecio natural hacia ellos. “¡Esos viejos tontos de mamá y papá! Me los he echado en el bolsillo. Claro que me quieren, pero en realidad creo que me tienen miedo”. Es posible que un niño no articule esas palabras, pero las siente cada vez que demuestra ser más astuto que sus padres y cada vez que gana las confrontaciones y peleas. Más adelante es probable que demuestre su falta de respeto en formas más descaradas. Al considerar que sus padres son indignos de su respeto, muy bien puede rechazar todo vestigio de la filosofía y le fe que ellos tienen.


Posted by nohequ :: 3:23 p. m. :: 0 COMENTARIOS:

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