Dios mío, estoy en angustia. Mis fuerzas se acaban. La tristeza me asalta el alma. Me siento derrotado. Busco y no veo salidas. Pero tu eres mi Dios. Tú has sido mi refugio en tiempo de crisis. Tú has prometido que siempre estarás conmigo. Por favor escúchame. Estoy necesitado de tí. Requiero una respuesta tuya. Necesito oir tu voz. Ya no tengo más oportunidades. Sólo me quedas tú.¿Te has sentido así alguna vez? Recuerda lo que dice la Biblia en Salmo 73:25- 26
v 25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
v 26 Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
¿En quién vas a depositar tu confianza? ¿Quién más podrá escucharte? ¿Quién otro pude entenderte? ¿Acaso hay alguien que te ame más? ¿Acaso hay alguien más poderoso?
¡Vuelve tus ojos al que vive por los siglos de los siglos.!
