Justo en el momento en que busco argumentos que me ayuden acreer que sí se puede, te veo salir del lugar en el que tantas veces he sido atormentado con el placer. El 3913 me ahorro la pregunta de saber cómo estabas. Con tu mirada esquiva y tu temor a confirmar que si eras Richard, lo dijeron todo.

No sé que te paso amigo, que otro Bebe Chucky se cruzo en tu camino o sí sólo me lo dijiste por salir de paso y evitar cuanta pregunta tenía para hacerte.

Cinco años atras intuí que tal vez ese sería tu destino, volver de donde saliste, tu mano juguetona sobre la pantorrilla peluda de tu amigo mechilargo me lo dijo en aquel entonces.

Tu figura, Richard, aparece como respuesta a una oración pidiendo se me muestre un ejemplo a seguir. Llego con mi cuello vendado a la iglesia y allí estás tú. El segundo rostro milagro en meses. Poco a poco nos fuimos conociendo y gracias a ti volvi a la quimioterapia cuando la había dejado al querer rendirme en esta lucha. Me marcaste en el poco tiempo que nos conocimos. Alguna vez me dijiste que sería libre sobre mis rodillas y esa frase se reprodujo en mí y los míos; y fue mi motor para seguir cuando ya no podía.

Mas hoy te veo y no te reconozco. Si era tu mismo rostro, tus mismos bellos ojos, pero tu carisma se había ido, tu brillo ya no estaba. Ahora eras igual a mí: una bestia ciega que iba en busca de placer. Richard ¿a dónde te fuiste? ¿Por qué tendré que recordar que tus últimas palabras fueron "cuando no se puede, no se puede"?

Mentiras de Apolión... Amigo Richard cómo me duele decirte adiós.

Posted by nohequ :: 10:08 a. m. :: 0 COMENTARIOS:

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